La creación de la nueva unidad monetaria era uno de los puntos del Plan Real, que se planteaba como una solución a largo plazo para detener una inflación galopante de tres décadas y los periodos de hiperinflación. La nueva moneda empezó a circular el 1 de julio de 1994, por primera vez no hubo corte de ceros y como en 1942 se cambió todo el circulante monetario por uno nuevo, esta vez en un tiempo record y sin pasar por billetes resellados. El Real surge así como un cambio absoluto que busca desvincularse de los diseños anteriores, que están asociados a la inestabilidad económica. Se eligieron animales autóctonos y en peligro de extinción, y por lo cual su resolución gráfica no era muy elaborada a excepción del grabado del colibrí en el billete de 1 R$. El 3 de Febrero de 2010 se notificó que empezaría la emisión de un nuevo diseño para el Real. Esta nueva familia, desarrollada desde el 2003, mantiene el mismo principio en la temática y los colores, haciendo algunos cambios estructurales al volver completamente a una disposición horizontal, mejorando la seguridad y proporcionando facilidades para los disminuidos visuales al incorporar la diferencia de tamaño entre valores.